Osario (I): Las Tierras de la Nigromancia

La tierra de los nigromantes o como muchos la conocen, la tierra de las torres de sangre y huesos. Para los habitantes de Zhirsanaq, Osario es sinónimo del mal y por lo que saben, es el origen de todos los problemas que hay con muertos vivientes. No serán creados aquí, pero los clérigos oscuros de Osrun son los culpables con total seguridad.

A parte de la percepción que puedan tener los demás de esta nación, no deja de ser otra cualquiera, con su población, su economía y por supuesto con sus propios problemas internos. Osario nació para ser el hogar de un puñado de magos renegados, que comenzaron a practicar las artes oscuras de la nigromancia en Exilio. Estos magos fueron conocidos como los tres traidores, aunque todo hay que decirlo, la tercera, Sina Passut, no era maga sino más bien una bárbara que estudió las artes arcanas. Los magos eran Halmana Aimterr y Osrun, entre los tres instigaron al resto de los magos para cometer un acto tan brutal y cruel que pasó a la historia como la Lluvia de Fuego. Este evento sumergió bajo las aguas del mar de las monedas el antiguo reino élfico de Loramé, pero también el istmo que unía Irvik con lo que ahora es la isla de Azgonarath.

Tras construir el Exilio, algunos magos decidieron entregar a Halmana, Sina y Osrun a las autoridades de Ridalia y fueron llevados a La Ciudadela, donde permanecieron encerrados durante cerca de cien años. Tras su huida y muchas peripecias terminaron llegando a este lugar llamado Ernaear, pero acompañados de algunos fieles a su causa.

Tras su llegada, usaron el cuerpo de Sina para crear la primera Torre de la Nigromancia a la que llamaron Nuar’tal’reg. Nigromantes de todos los rincones de Zhirsanaq viajaron hasta allí para construir la nueva nación usando a los retornados como esclavos. Mientras tanto el odio acumulado de Halmana y Osrun hacía no solo Ridalia, también por todos los viejos reinos los llevó a crear plagas, enfermedades y ataques dirigidos usando retornados.

Pero todo esto cambió algunos años después de que Osrun se convirtiera en liche. Osrun terminó colándose en los palacios celestiales convirtiéndose en un dios tras asesinar a Ahkara. Halmana, a regañadientes, se convirtió en la suma sacerdotisa de su culto nigromántico. Desde entonces las cosas fueron a peor. Nació Osario.

Osario se convirtió en el hogar no solo de nigromantes arcanos, también de su culto religioso. Tal poder arcano y divino junto lo convirtió en un lugar peligroso para el resto del continente. Tanto fue así que varias naciones decidieron asaltar el territorio en diferentes ocasiones sin éxito, pero también llevó a las huestes de muertos a caminar lejos de sus tierras devastando todo a su paso.

El desierto de Ernaear

Aquí se levantó la segunda torre de la nigromancia, un lugar solitario rodeado de las arenas del desierto y lugar perfecto para vigilar los accesos a Osario. Cuando los ejércitos de la coalición de los Viejos Reinos junto con los magos de Exilio llegaron las huestes de retornados les estaban esperando, y tras ellos los nigromantes. La lucha fue feroz y las fuerzas mágicas desatadas afectaron a ambos bandos. El calor producido por tanta magia terminó convirtiendo la arena en cristal atrapando en su interior tanto a los caídos, como a los vivos y los retornados. Desde entonces se le conoce como el desierto de cristal. Tras esta batalla la suma de todas las perdidas hizo que la coalición se retirara con el claro convencimiento de que la confrontación directa no era ya una opción.

El Bosque Seco

Este lugar fue escogido por un grupo de nigromantes como campo de pruebas para todos sus experimentos, tras varios años de experimentación el bosque se secó por completo dejando los árboles completamente desnudos de hojas y la tierra seca. Pero no todo está muerto en ese bosque, el bosque está habitado por unas extrañas arañas gigantes que se alimentas de carne putrefacta, de hecho no pueden comer otra cosa que no sea carne de zombi. Eso no significa que un vivo esté a salvo, ya que el veneno de estas arañas transmite la maldición de Osrun matando al afectado para alzarse como un zombi. Es entonces cuando la araña lo envolverá con su seda y lo devorará llegado el momento.

El Bosque Oscuro

Este bosque crece de forma paralela a la cordillera del Muro, a lo largo del río Lantan. Antaño fue otro lugar de experimentación, pero Halmana decidió salvar el lugar para evitar que pasara lo mismo que con el Bosque Seco. Ahora es usado como coto de caza por los habitantes de Nuar’Artú.

Las Torres de la Nigromancia

En Osario existen cinco torres de la nigromancia, estas torres son lugares enigmáticos y misteriosos, salvo por su puesto, sus ocupantes. Las torres son tanto escuelas de magia como templos a Osrun y en ellas se formarán a los nuevos nigromantes y clérigos. Hay que decir que no todos los magos que se forman en las torres son nigromantes, una gran parte se centra en otras esferas mágicas.

Cada seis años, los clérigos de Osrun dejan las torres para recorrer todas las poblaciones de Osario, visitan cada casa donde hay niños para comprobar su afinidad con la magia, de pendiendo de los resultados de la prueba a la que son sometidos estos niños serán enviados al lugar que les corresponda. Si son sensibles a la magia serán enviados a las torres de la nigromancia, allí se determinará si deben ser magos o clérigos. Los clérigos por medio de la prueba pueden sentir muchas más cosas, no solo su afinidad mágica, también su potencial como luchadores o espías. Algunos de estos niños son enviados a las escuelas militares o bien a las cofradías de adiestramiento. Raras veces suelen detectar a un combatiente con afinidad, solo ocurre una vez entre cientos de miles, cuando esto pasa se le forma en el templo como combatiente bajo la tutela de un Caballero de Hueso.

Los Caballeros de Hueso son los paladines de Osrun, son seres con una implicación y fe tan férreas en su dios que prácticamente son inquebrantables. Su misión es la de extender la muerte viviente por todo el continente, ayudar a los clérigos de Osrun en sus misiones y protegerlos hasta que las hayan completado. Por desgracia para Osrun este tipo de paladines no son muy frecuentes, la mayoría de ellos sienten esa vocación ya siendo adultos, pero cuando se detecta a un niño con esa fe no se duda ni un segundo en entrenarlo en todo lo necesario.

Las torres también cumplen la misión de ser orfanatos. Muchos padres dejan aquí a sus hijos no deseados, ya sea porque no pueden o quieren hacerse cargo o sencillamente porque les importa un bledo lo que les pase. Estos niños son criados en la torre hasta cumplir los seis años, entonces se les realiza la prueba. El resultado de la prueba determinará su futuro.

La Torres de la Nigromancia son:

Nuar’telag, situada en el centro del Desierto de Cristal.
Guran’sulaz, situada en el borde sur del desierto frente al río Sulaz.
Yer Nuar’ytag, en las colinas Ytag.
Nuar’tal’reg, en el centro de la capital a la que da nombre.
Nuar’lantan, en el norte a la sombra de la Cordillera del Muro.
Por’Nuar, al sureste en la costa del Mar de los Muertos.

Alrededor de cada una de estas torres se extienden grandes ciudades que toman el nombre de la torre, son centros comerciales y lugares de paso para muchos viajeros de la nación, pero también de otros que no son precisamente del lugar.

Relaciones de Osario

Por su propia forma de crease, Osario no mantiene relaciones diplomáticas con casi nadie. Los norngar y los marlidenses son los únicos que lo hacen de forma abierta. Los elfos de Puerta Negra son muy celosos de su intimidad y no airean sus relaciones con nadie, pero si tienen relaciones con Osario.
Por otro lado, la política mágica es un caso aparte, aunque la nigromancia está prohibida en prácticamente todos los reinos y naciones, en las universidades mágicas hay representación de todas las esferas mágicas y por supuesto los grandes maestros de la nigromancia deben hacer visitas a otros reinos para supervisar su campo de enseñanza. Estos viajes puntuales ponen muy nerviosos a los gobernantes y suelen ser motivo de fricción, más de la habitual.

Habitantes

A pesar de que la mayoría de la población de Osario es humana también hay una gran representación de otras razas. Muchos son los descendientes de aquellos que llegaron por primera vez con los tres traidores, otros han llegado tiempo después desde Exilio y también desde otros lugares de Zhirsanaq. Por lo que no es extraño encontrarse con enanos norngar, elfos oscuros y por supuesto magos originarios de Marlidán, dispuestos a aprender los secretos de la nigromancia.
Teniendo en cuenta que Osario es la tierra de los retornados, resultaría obvio que gran parte de la población fueran muertos vivientes, y la realidad es toda la contraria. Aquí son mayoría los vivos, y muchos de ellos se dedican a las cosas más mundanas, son agricultores y ganaderos, cazadores o leñadores, aunque es habitual que para muchas tareas se usen retornados para ayudar en esas tareas, no solo humanoides también animales de gran tamaño para arrastrar y trasladar las mercancías.

Mantenimiento de la ley

Osario es una nación a medio camino entre una teocracia y la magocracia, Osrun es el dios al que todos adoran y se someten, Halmana Aimterr es su suma sacerdotisa y representante. Además, Halmana es la Gran Archimaga de la Nigromancia a la que todos los magos están supeditados. Por lo que puede parecer una reina totalmente absolutista y en cierta medida lo es. Sin embargo, por debajo de ella están los Maestros Nigromantes y los Sacerdotes de Hueso, un maestro y un sacerdote por cada torre de la nigromancia, sobre ellos recae la autoridad y el deber de promulgar leyes y también de hacerlas cumplir, además de llevar a cabo las tareas políticas de la nación.
Las leyes que podemos encontrar aquí son parecidas a cualquier otro reino, por muy malvados que puedan ser sus gobernantes y habitantes, las leyes deben ser cumplidas para tener un mínimo de sociedad y coexistencia.

Vida diaria

En Osario la vida rutinaria dependerá de tus quehaceres, los estudiantes ya sea de magia o los acólitos religiosos se centrarán exclusivamente en sus estudios, mientras que la gran mayoría de los habitantes se dedican a producir todo lo necesario para poder ser autosuficientes. La política exterior obliga a que la nación pueda sustentarse a sí misma, ya sean minerales, alimentos o bienes de lujo. Eso sí, no parar de realizar incursiones allí donde se puede conseguir lo que necesiten amparados por la sed de venganza.

Amenazas

La amenaza más cercana no deja de ser Exilio, una nación de magos que podría desatar el desastre en Osario. Pero lo que más se teme es que los Viejos Reinos vuelvan a coaligarse en su contra para terminar con ellos una vez por todas. Por mucho poder que puedan acumular, un nuevo intento podría ser devastador. Por ello, desde Nuar’telag se envían pequeños grupos de retornados más allá de sus fronteras para mantener ocupados a los posibles invasores. Al ser grupos pequeños pueden pasar fácilmente y son detectados ya en territorio de sus vecinos.

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