Invasión: La Llegada

Todos lo que tienen cierta edad recuerdan el día que las enormes naves de los Arnotari entraron en la atmósfera terrestre y se situaron sobre las mayores ciudades del mundo, es una imagen muy difícil de borrar. Aquellas mastodónticas naves espaciales atravesaron la atmósfera envueltas en el fuego producido por el rozamiento, iluminando el cielo con un tono rojizo que hizo pensar a muchos que era el fin de los días.

Sin embargo, la humanidad ya había sido avisada de que esto iba a pasar. El Consejo de la ONU saltándose sus propias normas decidió que lo mejor sería advertir a todos los habitantes. Este aviso llevó al caos y tuvo que ser sofocado de forma aplastante en todo el mundo, sin embargo, en muchos países este caos desembocó en derrocamientos y guerras civiles. Pero todo se paralizó cuando llegaron los Arnotari, en ese momento todos los seres humanos levantaron la vista al cielo para ser testigos de La Llegada.

El 1 de octubre de 2021 los Arnotari anunciaron su llegada con una comunicación abierta a todos los pobladores de la Tierra y dieron comienzo a las conversaciones con los líderes humanos de cada zona donde se había situado una nave, para poco tiempo después llevar estas conversaciones directamente a las Naciones Unidas. Venk Esola, líder de la expedición Arnotari se convierte en el representante de su raza frente a la ONU. Se llegan a muchos acuerdos, tecnológicos, comerciales y culturales durante las siguientes semanas. Todo ello culmina en la apertura de embajadas Arnotari allí donde llegó una de sus naves y el compromiso de abrir muchas más a lo largo y ancho del planeta en los siguientes meses.

En diciembre de 2021 se abrieron oficialmente más de veinticinco embajadas en todo el mundo, en ellas no solo están los Arnotari encargados de los diferentes acuerdos, también muchos empleados humanos que han sido especialmente elegidos para trabajar con ellos. Desde estas embajadas se establecen y se controlan todos los acuerdos entre Arnotari y humanos en cada una de las naciones, además de todos los acuerdos globales. En todas las embajadas a parte del personal Arnotari y el personal burocrático humano también había un cuerpo de seguridad, todos ellos también humanos. Venk Esola estableció que lo mejor para todos es que la seguridad de las embajadas fuera tarea de los humanos y evitar así la presencia de Arnotari armados. Esto cumplía dos funciones, la primera que los humanos no tuvieran acceso al hipotético armamento Arnotari. Y segundo, que todos vieran que su raza confiaba plenamente en los seres humanos.

Continuará en El Establecimiento…

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