por Juan Milano
De los seis reinos de los elfos, tres sobreviven en estos días con sus fronteras intactas. Knyatzko es el mediano de ellos en tamaño e importancia comercial. Sin embargo, Artamar, la capital, es el epicentro religioso del cisma atramaxmiano del séptimo siglo y muchos la ven pues como Tierra Santa.
El reino tiene frontera al Norte con la Sierra de Hielo que lo separa de la Mancomunidad de Enanos de Hielo; al Este con el reino humano de Gornardia y al Sur y al Oeste con el Imperio Vorpalino.
Gornardia está actualmente en guerra con Knyatzko y eran habituales las incursiones. En los últimos meses se produjo una invasión salvaje que el ejército de la Reina Dorada solo ha podido repeler in extremis y con grandes bajas. Nada garantiza que no haya un nuevo intento de invasión en los próximos días… si el mundo no se acaba antes.
El 85% de la población es elfa (de los cuales 80%, altos elfos; 15%, elfos negros y 5%, elfos silvanos); el 10%, humanos (generalmente esclavos, los elfos son muy racistas) y el resto se divide entre dragónidos, enanos (también muy mal vistos aunque libres) y Oustos (también esclavos, ver nota).
En Artamar reside la Reina Dorada, un título que actualmente recae en la joven elfa Beriscuantia III. Esta soberana tiene poder absoluto sobre el reino pero se deja aconsejar por el Concejo de Siete y tiene su propia guardia real, la llamada Guardia de Plata, en la que, curiosamente, se enrolan extranjeros y elfos por igual siempre que s econsidere que su servicio pueda ser útil para Su Majestad.
El Concejo de Siete se reúne cada dos semanas en el Palacio Dorado y desde ahí se emiten las Leyes y Decretos que rigen el reino. Todos los habitantes del mismo deben acatar las Leyes o Decretos o enfrentarse a pnas de diversa índole.
Las principales fuentes de ingresos son:
- Comercio con reinos colindantes (especialmente revendiendo de artículos comprados a la Mancomunidad de Enanos de Hielo.
- Venta de alimentos
- Impuestos de las poblaciones colindantes y dependientes del reino, que pagan por obtener protección del Ejército Real y la administración de Justicia
- La red de Casas de Salud Real (pequeños hospitales atendidios por sacerdotes y galenos) repartidos por todo el reino y abiertos a quien pueda pagar sus tarifas suponen también un no pequeño ingreso para la Corona. Hacmos notar que s eatiende a elfos, humanos y animales por igual.
Sólo el 7% de los ciudadanos (y solo a los Altos Elfos se los considera ciudadanos en sentido pleno) de Artamar tiene un oficio. El resto vive de la pensiñon que les da la Reina Dorada o, en la mitad de los casos, de las rentas como terratenientes.
¿Qué es un Ousto?
Los Ousto son humanoides de piel gris, de complexión fuerte y más altos que el elfo medio. No suelen ser muy inteligentes y son estériles, incluso asexuados en muchos casos. La mayoría provienen de experimentos mágicos con humanos (recordemos que muchos elfos aún los consideran animales) y suelen destinarse a tareas muy pesadas como la minería, el cultivo o la construcción.
Pese a su fortaleza física no son propensos a la violencia y difíclmente pueden acostumbrarse a la vida marcial por lo que no suelen integrarse en ejércitos sino como último recurso aunque sí se les detina para acarrear pertrechos, montar campamentos, etc.
El porcentaje de Oustos que puede considerarse racionales; es decir, capaces de comunicarse en una lengua comprensible para otra especie inteligente, es inferior al tres por ciento, por lo que se les suele encomendar tareas muy fáciles y repetitivas.
El reino es marcadamente Atramaxmiano y la Iglesia de Atramaxma aglutina aproximadamente a cuatro quintas partes de la población, especialmente tras el Cisma del Siglos Siete que unió la Corona Dorada con el Sumo Sacerdote de Atramaxma.
El culto al Demiurgo tiene bastante aceptación y no son pocos los que, sumándose a una especie de moda, han abrazado la idea del animismo tal y como la entienden los elfos silvanos, una minoría muy influyente en la capital y nada desdeñable en las poblaciones más pequeñas del reino.