Los Reinos del Norte (IV)

Los Reinos

Hablamos de los Reinos del Norte simplemente como una frase hecha, porque aquí reinos como tales no existen, quizá lo más próximo sea el territorio de los enanos Sarakh. Aunque la mayoría de los habitantes del norte tienen poblaciones estables, muchos siguen siendo nómadas y se mueven del norte al sur dependiendo de la estación del año. Las poblaciones la mayoría de ocasiones sirven como señal para que las tribus puedan establecerse en sus cercanías para así contar con ayuda y con un punto de referencia durante los inviernos más duros.
Sin embargo, hay multitud de valles y otros lugares que forman parte de la vida de todos ellos, algunos son lugares de caza obligados, otros son lugares de cultivo para el verano y sobre todo hay ciudades y pequeños pueblos que dan cobijo a los viajeros, además de cumplir funciones aún más importantes. En cada uno de los valles la población está bastante diseminada, a veces en pequeños grupos de tres o cuatro familias, pero siempre suele haber un lugar con mayor concentración, generalmente donde se encuentra el jefe del clan o tribu. Aunque puede existir una mayoría de alguna raza en los valles, generalmente son los humanos, la población está muy mezclada, así que no es extraño que se encuentren allí ogros, enanos, elfos o dracónidos, algunos pueden estar de paso, pero otros seguramente estén allí asentados por un motivo u otro.

Habitantes

Los habitantes de los valles son de carácter duro y serio. La dureza del entorno les ha convertido en personas muy sobrias y centradas en la supervivencia. Sin embargo, esto puede cambiar un poco dependiendo del valle concreto y su contacto con gente del exterior. Aunque originariamente los valles estaban poblados por bárbaros humanos con el tiempo muchas otras razas se han asentado en ellos, sobre todo ogros y elfos, pero los enanos también son frecuentes. Esto ha provocado que la población se haya mezclado dando origen a mestizos que están totalmente integrados en la cultura mayoritaria del valle, así que no es raro encontrarse con semielfos y semiogros.
Durante los meses de verano los habitantes de los valles se dedican sobre todo a la caza y a la siembra de vegetales tanto para el consumo propio como para alimentar a los animales domésticos.

Mantenimiento de las leyes

Cada tribu y raza tiene sus propias leyes y aunque les unen muchas cosas en cada lugar se aplicarán como el jefe crea más conveniente. Las distintas tribus bárbaras son bastante tradicionales y siguen leyes ancestrales, pero han aprendido que ya no se ajustan a la nueva situación. Elfos, ogros, enanos y dracónidos se han integrado en su cultura, pero en otros lugares ha sido al revés. Así que en cada lugar se han de respetar leyes diferentes, pero que poco a poco van convergiendo.

Vida diaria

La vida en los valles es muy distinta dependiendo de la época del año. Mientras que en invierno las tareas se reducen al mínimo, mantenimiento de las viviendas, alimentar al ganado, cazar a los animales invernales, pero sobre todo patrullar las fronteras de los valles para evitar los ataques de orcos y hobgoblins que habitan en las montañas de la Columna y sobre todo en los valles más cercanos a la Cicatriz estar muy atentos a los movimientos de los Duergar.
Durante el verano, la siembra ocupa gran parte del tiempo ya que con esto llenarán los graneros para todo el invierno.

Amenazas

Las tribus y pueblos del norte siempre miran hacia el sur, la Columna del Mundo esta repleta de cuevas y valles ocultos que son el refugio de tribus de orcos, hobgoblins y goblins. Aunque estas tribus prefieren dirigirse a Ridalia o Areslya para realizar sus incursiones, suelen vigilar a los pueblos de los valles del norte y aprovechar cualquier descuido. Otras veces, los orcos y los goblins se ven empujados por las incursiones de los Duergar que buscan esclavos.
Por este mismo motivo la Cicatriz también es vigilada muy de cerca. Años atrás los Duergar diezmaron las poblaciones más cercanas, no dudaron en matar a los más viejos para llevarse a mujeres y niños. Con ellos tiende trampas a los guerreros de las tribus para eliminarlos, regresando después con su botín de esclavos y el poco tesoro que hayan encontrado.

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