El pueblo enano situado en la zona más remota del continente, aunque no la más alejada. El clan Tornael atravesó la Columna del Mundo para encontrarse con una vasta llanura salpicada de enormes y antiguos bosques. Durante su viaje pudieron ver unas montañas a lo lejos, al noreste y decidieron dirigirse hacia allá. Para no perder tiempo se internaron en un enorme bosque en el que anduvieron perdidos durante semanas. Incapaces de encontrar una salida decidieron quedarse allí hasta que sus exploradores fueran capaces de encontrar un camino.
Varias semanas después llegó a su campamento un elfo de un aspecto extraño, nunca habían visto un elfo como aquel. Este elfo decía llamarse Khiiral y quería reunirse con el líder. Durhast Tornael accedió a reunirse con Khiiral y llegaron a un acuerdo. Los enanos estaban perdidos en el bosque porque entraban y salían del mundo feérico constantemente y cada vez que lo hacían se anclaban más firmemente al bosque. Lo malo es que su presencia estaba dando problemas al resto de habitantes del bosque del lado feérico y hartos decidieron que lo mejor sería ayudarles a dejar el lugar.
Los enanos ahora conscientes de su problema accedieron a dejar el bosque de buena gana, estar allí les volvía locos y necesitaban volver a viajar para cumplir su objetivo, llegar a las montañas para crear un nuevo reino.
Khiiral los acompañó durante una semana marcado el camino que debían seguir y una vez todos salieron del bosque Khiiral permaneció con ellos varios días más dirigiéndoles hasta la costa para enseñarles la maravilla del mar. Y así fue, llegaron a la Costa de los Náufragos y allí los enanos se maravillaron de ver tal cantidad de agua. Durhast se enamoró de la visión del mar y agradeció a Khiiral todo lo que había hecho por ellos. Ambos forjaron una gran amistad y más tarde se convertiría en un pacto, y tras ello en una alianza. Los enanos de Tornael se convertirían en defensores del bosque feérico, o como lo llamaron el Bosque de los Perdidos.
Tras varios días acampados, los enanos echaban de menos la montaña y se dirigieron al norte para explorar aquella nueva cordillera. Para su sorpresa nadie habitaba el lugar y comenzaron a cavar para construir un nuevo hogar.
Sin embargo, en el corazón de los enanos de Tornael nació el amor por el mar y viajaban a la costa para verlo mucho más cerca. A veces veían barcos surcando las olas y fue entonces cuando su espíritu aventurero volvió a surgir, debían aprender a navegar y a construir esas naves que les permitiría viajar sobre el agua.
Habitantes
Los enanos de Tornael son difíciles de describir, tienen muchas cosas en común con el resto de sus primos de otros reinos y a pesar de ser originalmente enanos de las montañas muchos de ellos han convertido el mar en su forma de vivir. Mientras que una parte sigue con la tradición minera, su hogar Tornidaril sigue creciendo bajo las montañas, otra parte se dedica al mar, no solo como marinos, también como constructores.
Al sur en el nacimiento del pequeño río Hierro, los enanos han construido grandes presas para contener el agua, creado esclusas y dragado el fondo del río para que los barcos de sus astilleros puedan llegar al mar.
Parte de los enanos se han desplazado a las Costa del Trueno donde han construido pueblos con puertos para que los barcos puedan dejar allí sus cargamentos y puedan avituallarse para sus viajes, cada vez más largos.
Frete a la Costa del Trueno se encuentra un archipiélago ll amado Las Abandonadas, son tres islas colonizadas por los enanos y su ciudad más importante en Blarit, en la isla Dilipa. Desde allí los barcos salen a explorar el océano buscando nuevos lugares que cartografiar y explotar.
Mantenimiento de la ley
En Tornael se mantienen fieles a las leyes antiguas, aunque con el tiempo y por su forma de ganarse la vida las han ido cambiando y adaptando. Han tenido que incorporar y cambiar muchas leyes debido a su pasión por el mar. Al entrar en contacto con otras naciones que también viven del mar que tiene sus propias leyes han decidido que no estaría mal adaptarlas para ellos y tener leyes comunes con esas otras naciones. Tanto es así que su fervor por Godheir y Vhalentyr siguen estando ahí, pero también aquellos marineros también la rezan a Qheano.
Vida diaria
La vida diaria de los enanos de Tornael no cambia mucho respecto a otras naciones enanas, pasan su vida cavando y extrayendo mineral, fundiéndolo para crear todo tipo de objetos y armas. Pero sus barcos están hechos de metal, por lo que en sus forjas se crean enormes planchas de acero que después son llevadas a los astilleros para la construcción de sus barcos. En la superficie han aprovechado las llanuras hasta la costa para cultivar las semillas que adquieren en los mercados de todo el mundo. Son un pueblo trabajador y que desea experimentar, por lo que su vida diaria es de trabajo, pero muy alejada de los conflictos que existen en otros lugares del continente. La pesca también se ha convertido en un recurso muy utilizado, algo que demuestra que les sacan partido a sus exploraciones.
Amenazas
Teniendo en cuenta que no hay naciones cerca, el reino de Tornael es la mayor potencia en la zona. Quizá pueden sentirse amenazados por los elfos oscuros, aunque no se han cruzado con ellos en siglos.
Principales Ciudades
La gran ciudad del reino es Tornidaril. Está excavada bajo las montañas de Tornael y se extiende a lo largo de varias decenas de millas por debajo. En el nacimiento del río Hierro están los astilleros y aunque no es una ciudad o pueblo como tal, sus trabajadores viven allí con sus familias. También hay poblaciones en la superficie a lo largo de la costa del trueno hay varias poblaciones pesqueras y hacia el interior otras tantas dedicadas a la agricultura y la ganadería. Pero a parte de la capital, es Blarit la ciudad que más destaca ya que es la más alejada y está en las Abandonadas.
Tornidaril
La inmensa capital de Tornael es una interminable mina de hierro y se ha ido extendiendo a las montañas aledañas para seguir sacando material con la que fabricar más barcos. La ciudad en sí está en el interior de la montaña casi vaciada por completo. Enormes sumideros en la parte superior permiten que, entre el agua del deshielo y las lluvias, llenado grandes lagos en la parte inferior. Estos lagos alimentan ríos subterráneos que les permiten viajar de las unas zonas a otras usando barcos más pequeños.
Información General
Gobierno: El rey actual es Bragnell Eisenklinge, sobrino nieto de Durhast, primer rey de Tornael.
Otros centros de poder: En Tornidaril como capital del reino residen la mayor parte de los jefes de los clanes, aunque no suelen reunirse mucho de forma oficial no es raro verlos a todos juntos en alguna taberna. Los más jóvenes siempre dicen que las leyes se hacen en las tabernas y no van muy desencaminados.
Población: Nadie sabe realmente cuanta población reside en Tornidaril, pero algunos escribas hablan de más de cien mil enanos. Pero claro esta cifra incluye también a todos los enanos que viven cerca o en la superficie cerca de la capital. Y eso sin contar a los varios miles de gnomos que se ganan la vida como ayudantes o mano de obra en las forjas.
Producción: Aun siendo una ciudad minera dedicada a la extracción de hierro y carbón, es un centro de comercio para los propios enanos que buscan vetas de otros minerales en otros lugares de la cordillera. Más tarde o temprano llegan a la ciudad los minerales, metales y piedras preciosas que encuentran en otros lugares más lejanos que traen sus barcos.
Guardia: A pesar de tener una posición predominante en la zona, no se han relajado y sus forjas siguen produciendo armas y armaduras para el ejército y la guardia de la ciudad. La guardia se reparte en varios acuartelamientos tanto dentro como fuera de la ciudad y consta de unos 5000 enanos listos para ser desplazados a donde sea necesario.
Blarit
Quién podría imaginar una ciudad enana en la superficie y más aún en una isla al borde del mar, esa es Blarit. Al principio solo era un punto de avanzada para los primeros barcos de Tornael, pero en las últimas décadas se ha convertido en un punto de encuentro y mercado para muchos de los habitantes de las costas orientales. La ciudad ya no solo alberga enanos, también hay humanos, elfos y medianos llegados desde Bellavista, Tyhsey o Ylulsalí. Pero como todo buen mercado que se precie, no solo hay gente interesada en las mercancías a la vista, también hay gente que está más interesada en hacerse con el secreto de los barcos enanos y como se mueven sin usar la fuerza del viento.
Información General
Gobierno: El regente actual de la ciudad y de las tres islas en el jefe Narum Stålgruvarbetare. No suele salir nunca de la ciudad porque las reuniones en la capital le aburren, pero no duda en enviar invitaciones para que vayan a verle otros jefes y así estar al corriente de lo que sucede.
Otros centros de poder: Como tal no hay ningún otro centro de poder, pero si hay espías de algún que otro gremio criminal que desean hacerse con los planos y los secretos de los barcos de Tornael.
Población: Aunque la mayoría de la población es enana, hay comerciantes y aventureros de muchas otras razas, cerca del veinte por ciento son viajeros de otros lugares. La población total se estima que está entre los nuevo y diez mil habitantes.
Producción: En realidad nada se produce aquí salvo que sea para auto sustento, casi todo llega de fuera. El mercado funciona todos los días ya sea para vender pescado en la lonja, armas o piedras preciosas. Aunque en las tabernas de la ciudad se sirve un plato muy apreciado el asado de cabrito Dilipa, un tipo de cabra que se cría en esta isla.
Guardia: El gobernador tiene muy claro que mantener una ciudad comercial en orden es difícil, por lo que no duda en tener lista a la guardia en todo momento. Más de 2000 enanos forman la guardia de la ciudad y no solo de mantener la paz, también de vigilar y revisar el puerto.